Toda la planta, especialmente el látex,contienen alcaloides, ácido cítrico, ácido málico, dihidroxicumarinas, mucílago y una resina con compuestos terpénicos. Tradicionalmente se han utilizado en medicina casera para eliminar los callos o las verrugas, aplicando el látex sobre la zona afectada. Posteriormente su uso se abandonó y se sustituyó por otras plantas más seguras. Las semillas y el polvo de las raíces se han utilizado como laxantes. El contacto del látex con la piel produce un enrojecimiento muy fuerte (rubefaciente) con aparición de ampollas (vesicante), propiedades que eran aprovechadas para tratar externamente dolores reumáticos de todo tipo. En la actualidad se catalogan como plantas tóxicas, de toxicidad alta que afecta principalmente al aparato digestivo, a los riñones y al hígado, produciendo irritaciones considerables en personas que ingieren el látex, pudiendo conducir a la muerte si la cantidad ingerida es elevada. Los síntomas son dolor de estómago, náuseas y vómitos que pueden ir acompañados de sangre, diarreas, dificultad respiratoria y paro cardíaco.
En uso externo, el contacto con la piel puede producir dermatitis por contacto y por fotosensibilización (exposición prolongada al sol después de haber estado en contacto con el jugo). Debe evitarse su contacto con los ojos que puede producir desde irritaciones oculares hasta ceguera. Se han registrado casos de animales intoxicados al comer pasto que contenía lechetrezna seca en su interior. Recientes investigaciones sugieren que existen posibles indicios de que animales alimentados con forraje que pueda contener plantas del género Euphorbia puedan conllevar un riesgo de trasmitir posibles tumores a los humanos que se alimentan de ellos, por la toxicidad que presentan los terpenos.
En caso de intoxicación se recomienda vaciado de estomago, lavado gástrico, y administración de emolientes.