Los tallos estériles constituyen una droga de actividad diurética con elevada capacidad para eliminar agua del organismo. La actividad diurética se debe a la acción de varios componentes entre los que cabe destacar la equisetonina y el potasio, aunque también contribuyen su contenido en calcio, magnesio, el ácido ascórbico y el ácido cafeico. En su composición destacan los siguientes principios activos: ácidos ascórbico, ferúlico, silícico, málico, cafeico, gálico, péctico y tánico; equisetrina; equisetonina; alcaloides: nicotina, palustrina, equispermina; flavonoides: quercetina; aminoácidos: niacina; fibra; minerales: magnesio, silicio, sílice, selenio, calcio, hierro, manganeso, fósforo, potasio, aluminio, cinc, cromo, cobalto.
Tradicionalmente se ha utilizado en enfermedades relacionadas con los problemas de retención de líquidos, siendo uno de los mejores depurativos que se puede utilizar para el tratamiento de enfermedades o problemas metabólicos (obesidad o hidropesía, exceso de ácido úrico, enfermedades reumáticas como la artritis o la gota); enfermedades del aparato urinario, especialmente cuando se produce poca producción de orina, lo que se conoce médicamente como oliguria. La forma habitual de consumo es mediante decocción. Por su contenido en silicio, esta planta se recomienda cuando se presenta una necesidad de reparar tejidos óseos que se encuentren en mal estado, fruto de algún traumatismo o de la propia descalcificación corporal.