“
El árbol produce un fruto que participa de la astringencia no por igual en todas las variedades. Pues en algunos domina –como ocurre con las granadas y los frutos del tipo de la manzana– la cualidad áspera, en otros la dulce, en otros la ácida. Los dulces, cuando aún no están maduros, son unos bastante astringentes, otros ácidos, como ocurre con las moras (
fruto del moral(. En las moras que no están en sazón domina la cualidad ácida, cosa que no ocurre siempre con las cerezas. Las que están más dulces relajan más (por mala lectura nuestro manuscrito dice en lugar de "relajan", "se aplican a") el intestino aunque son peores para el estómago.” Sigue la cita en el verso del folio: “Las amargas, al revés. Las ácidas favorecen a los estómagos con flemas y que secretan tras la digestión. Desecan más que las amargas y tienen alguna mordacidad. La goma de este árbol tiene propiedades comunes con medicamentos viscosos y no mordaces, conviene también a las tráqueas ásperas y al uréter, si es verdad lo que escriben algunos, que, si se bebe con vino, beneficia a los que sufren del mal de piedra, porque, en efecto, podría tener alguna propiedad de diluir los humores.”
[Gal.,
de simpl. med. K. XII. 22.]