se ha introducido dentro. Si el lugar no permitiera arrancar carne en derredor, conviene aplicar coloquíntida con fuego; ya hemos hablado del cauterio en el caso de los mordidos por perro rabioso. Si la parte mordida se presta a su recorte quirúrgico, sin ninguna duda la amputación debe practicarse en mordeduras de todo tipo de alimañas, como la cobra, la cerasta y las que son parecidas. Los emplastos deben considerarse como los más convenientes entre los remedios que se han indicado
anteriormente. Aplíquese un emplasto de cenizas de sarmiento o de higuera, empapada en lejía, con
garo acre y salmuera;
puerros,
cebollas,
ajos; algunas veces se aplica el emplasto una vez que están sus componentes pulverizados del todo, otras veces se aplican en las mordeduras cuando están quemando. También polluelos de aves de corral, abiertos por la mitad y muy calientes
[33], se meten por los recovecos de la mordedura. Algunos los usan como remedios, y la explicación está muy a mano: por naturaleza las aves son calientes y consumen el veneno que es apreciable embebiéndolo; también comen las semillas más secas, algunas veces incluso tragan y disuelven arenas y piedras. Así pues, la corriente de aire hacia el calor del animal, que arranca en el lugar de la mordedura, hace expulsar el veneno.
Sabemos
[34] que en Egipto ocurre lo siguiente. Cuando los egipcios cosechan el cereal, llevan una bolsa preparada con pez y un cordel que cuelga de la bolsa; ese es el momento en que más temen a las alimañas venenosas, por la estación y porque se esconden acostadas bajo agujeros que hay en las tierras de labor, oscurecidas también por el espesor de las tierras. Egipto produce los peores animales venenosos en sus tierras. Después de recibir alguno una mordedura en un pie o alguna otra parte, rápidamente los que están al lado, meten el cordel en la bolsa de pez y lo atan en derredor, una o dos vueltas, del codo o de la pierna, un poco por encima de la mordedura, y aprietan con fuerza dos colocados a cada lado; practican una incisión en el lugar gracias a la disposición del nudo
[35] y vierten por encima la pez; cuando les parece que ya basta, quitan el nudo y aplican un emplasto de cebollas y otros de los productos mencionados antes. Aparte de eso, la pez líquida con sales calientes machacadas ayuda con diligencia, si la pez es reciente, con más constancia. De la misma forma beneficia el
cedro, las bolitas de excremento de las cabras cocidas en vino; conviene una irrigación de vinagre caliente y
calamento cocido con orina,
agua marina o salmuera con
vinagre. También se aplican emplastos astringentes y cálidos que puedan atraer el veneno, dominarlo y dispersarlo, como los hechos con sales, con
natrón, mostaza, o
kánkhry, como se va a decir a continuación.
No sin razón critica Erasístrato a los que han referido por escrito productos con efectos desconocidos en cuanto a su utilidad, como bilis de elefante