perjudican por ser de una especie, otros por tomarlos en cantidad. Todos provocan ahogos parecidos a los de las anginas. Hay que ayudarles rápidamente como se hace en general: obligándoles a vomitar con aceite, se les beneficia de forma sorprendente si beben lejía de sarmientos o de madera de
peral silvestre; si se cuecen conjuntamente las peras silvestres o las hojas de ese peral con los hongos desaparece su capacidad de provocar ahogos. Dichas peras favorecen si se comen, pero les ayuda ingerir huevos de gallina con vinagre rebajado, con
aristoloquia en el peso de 1 dracma
[55] o
ajenjo con vino; también miel comida o bebida <con agua>,
melisa con
natrón, raíz <y fruto> de
pánace con vinagre, también comer
rábano o
mostaza o
mastuerzos.
24. Del yeso [56] (
gýpsos)
También el yeso petrificado provoca ahogo, de ahí que sea necesario trasladar los remedios que convienen para los hongos
[57]. [Se les administra] además, la decocción de
malva que hay que tomar en lugar del aceite, ya que el yeso es graso y al vomitarlo produce material resbaladizo y no permite que rasque las partes del cuerpo, en efecto, eso lo produce el yeso petrificado. Conviene también el aceite con aguamiel o con decocción de higos, la
lejía de higuera o la de sarmientos, bebida con gran cantidad de vino; también el
orégano o
tomillo con lejía, o vinagre, o mosto. Hay que aplicarles una lavativa con decocción de
malva.
25. <De la sangre de toro [58]> (
haîma taureîon)
La sangre reciente de toro bebida provoca dificultad respiratoria y ahogo, porque bloquea los conductos de las anginas y por donde se traga con un fuerte espasmo; su lengua se pone roja, los dientes se tiñen y se producen pequeños coágulos entre ellos. Aconsejamos el vómito porque los coágulos son más obstructivos aún <en el estómago>, porque se llenan de aire en su tránsito. Hay que administrarles todo lo que diluya la coagulación de la sangre y suelte el vientre: los
higos silvestres que estén llenos de licor, mezclados con vinagre rebajado; también ayuda el
natrón solo y cualquier cuajo con vinagre y con la raíz de
asa dulce o su licor. También la semilla de
berza, la lejía de higuera y las hojas de
olivarda con
pimienta y jugo de
frambueso con vinagre. Es necesario relajar el vientre. Los que se salvan acostumbran a echar por el ano heces <malolientes> en flujos violentos; hay que aplicar cataplasmas de harina de cebada con aguamiel en el estómago y el vientre.
26. De la leche cuajada [59] (
gála empyastheís)
También a los que toman leche cuajada en cantidad les produce un gran ahogo al coagularse. Para ayudarles hay que ofrecerles como antídoto cuajo con vinagre, obligándoles a que lo beban en varias ocasiones; también hojas secas de
calamento o su jugo, igualmente; o raíz de
asa dulce o su jugo mezclado con vinagre rebajado;
tomillo con vino y