con vino. Es necesario aplicar un emplasto en su cabeza, una vez afeitados, de harina de cebada con ruda majada y vinagre.
20. <
Del veneno de flechas [47]> (
toxikón)
Parece que el veneno de flechas recibe su nombre porque los bárbaros untaban sus flechas con él. Provoca a los que lo han bebido inflamación de los labios y la lengua, un desvarío irreprimible con alucinaciones variadas, de forma que son difíciles de sanar con tratamientos, rara vez se salva alguno de los que lo han bebido. Es necesario, con todo, obligarles con ataduras a contenerse y forzarles a que beban vino dulce con
aceite rosado y vomiten, y que beban <con el vino> la semilla de
nabo. Específicamente les conviene tomar raíz de la
cincoenrama y sangre de cabro o cabra, también de
encina, o de
roble rallada en leche; también membrillos comidos majados o bebidos con
poleo y agua; también
amomo y fruto de
balsamero. Aunque algunos escapen del veneno permanecen en cama mucho tiempo, aunque se levanten ya para siempre están angustiados.
21. <
De la ajonjera negra [48] > (
ixías)
La ajonjera negra también es llamada ‘mata heridas’ (
oulóphonon); al beberla se parece a la
albahaca por el olor y el sabor. Provoca una fuerte inflamación de la lengua y desvarío; retiene todo lo que se expulsa del cuerpo; provoca ruidos y borborigmos de tripas con desvanecimiento sin producir nada. Les ayuda, después de haber vomitado la mayoría o después de lavativa del vientre, beber una infusión de
ajenjo en mucho vino u
ojimiel; semilla de
ruda silvestre o raíz de
asa dulce;igualmente una decocción de
tragoríganos con alguno de los remedios anteriores, o con leche, o resina de
trementina, o con
nardo, o con castóreo, o con asa dulce, un óbolo
[49] de cada uno. Son apropiados también los frutos del
nogal con
resina, castóreo, ruda, 1 dracma
[50] de cada uno; igualmente 2 dracmas
[51] de
‘olivo rastrero’ o [2 dracmas] de
tapsia con aguamiel y vinagre bebido caliente.
22. <
Del albayalde> (
psimýthion)
El albayalde no se puede disimular debido a su color; si se ingiere voluntariamente pone blanco el paladar, las encías, la lengua, y el espacio entre los dientes. Provoca hipos, tos, sequedad de la lengua y enfriamiento de las extremidades, con desvaríos y dificultad para moverse. Conviene darles aguamiel, decocción <o de higos> o de
malva, leche caliente,
malva majado con vino o lejía de sarmientos o
aceite de mejorana o de
lirio; [o] huesos de albaricoques con decocción de
harina gruesa, huevos de paloma con
incienso o
decocción de cebada, o con goma de ciruelo o el líquido de las vainas
[52] del
olmo con agua tibia. Después de tomar estas cosas conviene
jugo de tapsia o <tres óbolos
[53]> de
jugo de escamonea [con aguamiel].
23. De los hongos [54] (
mykētoi)
Algunos hongos